Mediante un profundo proceso de descubrimiento inmersivo junto al equipo de Morillas, realizamos auditorías, entrevistas y encuestas y designamos embajadores que, a través del registro de un diario digital, nos permitirían entender los viajes de cada tipo de usuario, sus procesos, dinámicas y visión de futuro e identificar las carencias y necesidades de cada departamento y sus oportunidades de desarrollo en el nuevo espacio.

El equipo tenía muy presente su historia y legado pero también su clara ambición de futuro. Su tradicional disposición compartimentada se estaba convirtiendo en un obstáculo de crecimiento y se hacía necesario un hábitat de trabajo más orgánico y transversal capaz de propiciar la fluidez de relaciones y un entorno apropiable y disfrutable por toda la organización.

Fomentando el sentido de comunidad

A través de un cambio imperceptible para el equipo, transformamos las vistas poco interesantes de este antiguo taller textil en una fuente inagotable de luz y verdor, con su doble atrio como oasis y corazón del espacio alrededor del cual gravitaría la vida de la comunidad de Morillas.

El corazón de la jungla

El Oasis es el corazón de Morillas, una fuente de vida marcada por la luz y la naturaleza circundante y el espacio nuclear del que se desprenden el resto de las tres plantas. Este elemento constructivo vertical abierto e inclusivo organiza toda la estructura de la sede: desde las salas de reuniones y otras zonas más flexibles creadas para los diversos equipos hasta la cafetería.

Para darle vida y ritmo, focos de luz cenital sutilmente integrados acercan el mundo exterior al interior y crean una centralidad escenográfica que refuerza ese sentimiento de familia tan clave para el equipo.

Legado, innovación, eficiencia y creatividad

El legado ha sido tomado como fuente de inspiración, con las obras de arte de Antoni Morillas, sus paletas cromáticas y su optimismo presentes en cada espacio para marcar narrativamente el espíritu manifiesto de esta empresa.

La idea de hospitalidad mediterránea se hace presente a través de detalles acogedores pero eficaces que dan la bienvenida cada día a su equipo.

Propuestas funcionales y creativas que dan cuenta de la importancia del diseño cuidado y hecho a medida ofrecen soluciones concretas y flexibles a los diferentes integrantes del equipo, conciliando eficiencia con calidad.

La nueva sede de Morillas ha sido pensada y diseñada por y para su equipo, buscando preservar en cada detalle el talento y bienestar de las personas que allí trabajan. Gracias a una configuración más transparente y democrática, el staff disfruta ahora de un entorno de trabajo abierto y fluido, con un diseño inteligente y sensato que logra capitalizar la luz y las zonificaciones para convertir al espacio en un lugar de encuentro no sólo ágil, operativo y rentable sino también apropiable y disfrutable por toda la organización.

* Photografía: Rafael Vargas